2 ° CORINTIOS

Pablo escribió esta Segunda carta a los Corintios, muy poco tiempo después de haber escrito la primera carta desde Éfeso. 



Se encontraba allí en desarrollo de un ministerio muy activo. Como él mismo había dicho en 16:9, "porque se me ha abierto puerta grande para el servicio eficaz, y hay muchos adversarios". Creemos que el ministerio más amplio de Pablo tuvo lugar en Asia Menor, siendo Éfeso el punto de partida y caja de resonancia para el evangelio. Creemos que probablemente el evangelio cubrió esa área en una forma mucho más efectiva que en cualquier otra región y en cualquier otra época. Eso es lo que Pablo quiso decir cuando señaló que se le había abierto una puerta grande y eficaz.

A causa de sus actividades en el ministerio, él no podía simplemente abandonar esa obra e ir a Corinto donde él había establecido esta nueva iglesia. Esta iglesia estaba llena de creyentes en un estado de niñez espiritual, que actuaban como tales, es decir que eran inmaduros en el conocimiento de Cristo. Querían que Pablo fuera donde ellos estaban, querían que él les prestara atención, que estuviera pendiente de ellos. Querían que él los alimentara y les cambiara la ropa, por así decirlo, como una madre hace con sus hijos pequeños. Incluso se lamentaban como los niños de corta edad. Pablo no podía ir y entonces ellos estaban algo dolidos, disgustados. De modo que, Pablo les escribió la primera epístola y les informó que les visitaría más tarde.

Pablo permaneció en Éfeso por unos tres años, no pudo ir a Corinto tan pronto como habría querido y ellos estaban molestos. Pablo envió a Tito a Corinto, al no poder ir él personalmente en esa oportunidad. Más tarde Timoteo y Pablo que estaban juntos en Éfeso se dirigieron a Troas para esperar a Tito, que les traería noticias de Corinto (2 Corintios 2:12 y 13). En vista de que Tito no llegó, Pablo y Timoteo fueron a Filipos, donde se encontraron con él y les dio un informe sobre la situación en Corinto. Tito trajo buenas noticias de allí, porque los Corintios habían obedecido lo que Pablo les había aconsejado hacer en su primera respuesta a sus preguntas, concretamente, en su primera carta a los Corintios.

En Filipos Pablo se sentó a escribir su segunda carta a los Corintios. Ellos aún se sentían inquietos y querían que el gran apóstol fuera y se quedara con ellos. Sin embargo cualquier ruptura o distanciamiento entre Pablo y los Corintios quedó solucionado. En esta epístola Pablo abrió su corazón de una manera amplia. A decir verdad, Pablo nos está permitiendo conocerle más personalmente en esta carta, que en ninguna otra.

El tema de esta segunda carta a los Corintios, diremos que trata sobre las condiciones del ministerio cristiano dentro de la iglesia.


Primera de Corintios trataba sobre las condiciones y correcciones en la iglesia.

Leyendo en las notas para considerar un bosquejo general, vemos que esta epístola es muy difícil de bosquejar ya que esta carta está menos organizada estructuralmente que cualquiera de las otras cartas de Pablo. Pero es una carta que contiene un mayor número de detalles personales. En cada uno de sus capítulos siempre se desarrolla un tema menor, que algunas veces parece ocupar el lugar del tema principal, y que generalmente es expresado en un versículo destacado. Esto puede explicar lo que a primera vista parece difícil de bosquejar y organizar en la epístola. Consideraremos este detalle en cada uno de los capítulos.

Quisiéramos ahora, presentar el bosquejo de la carta en forma breve, porque creemos que es muy importante para el estudio.

En los primeros siete capítulos tenemos el consuelo, la consolación, el estímulo, el aliento de Dios. Esto tiene mucho que ver con el vivir cristiano en el lugar donde nosotros estamos situados hoy. El consuelo de Dios se manifestó en los planes de la vida (1:3-24), en restaurar a un creyente que cayó en el pecado (capítulo 2), en el ministerio glorioso de Cristo (capítulo 3), en el ministerio de los sufrimientos de Cristo (capítulo 4) en el ministerio del martirio por causa de Cristo (capítulo 5), en todas las circunstancias del ministerio de Cristo (capítulo 6) y finalmente, en el consuelo derramado por Dios en el corazón de Pablo (capítulo 7).

Luego, tenemos dos capítulos donde habló sobre la ofrenda, la colecta, para los creyentes pobres en Jerusalén (capítulos 8 y 9). Aquí no se habla ya del vivir cristiano sino del dar cristiano. Tenemos el ejemplo del dar cristiano (8:1-6), la exhortación al dar cristiano (8:7-15), la explicación del dar cristiano (8:16 - 9:5) y finalmente, un estímulo al dar cristiano (9:6-15).

Luego en los capítulos 10 hasta el 13, el apóstol Pablo habló de una manera muy personal, y allí expuso su llamado como apóstol. Habiendo hablado del vivir cristiano y de la actitud cristiana de dar, aquí tenemos la protección cristiana. Recordemos que primero fue el vivir cristiano, luego el dar cristiano y ahora, la protección cristiana. En esta sección, vemos primero, la autenticación del apostolado de Pablo (capítulo 10), luego la justificación o reivindicación del apostolado de Pablo (capítulo 11), después, la revelación del apostolado de Pablo (capítulo 12), a continuación, la ejecución o cumplimiento del apostolado de Pablo (13:1-10) y finalmente, la conclusión del apostolado de Pablo (13:11-14

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